Dos semanas de desolación

El 7 de octubre, el Hamás, organización fascista, terrorista y antisemita que gobierna tiránicamente la franja de Gaza desde 2007, no solamente atacó a Israel (incluidos los beduinos del Néguev) a través de bombardeos, sino que también cometió atrocidades sin precedentes a través de incursiones terrestres; asesinatos de civiles, adultos y niños, en un kibutz, en un festival de música donde había numerosos turistas, perseguidos hasta los matorrales, violados, ejecutados o tomados como rehenes. El balance ha sido de más de 1300 muertos. El gobierno de Israel, de extrema derecha y corrupto, que estaba confrontado a manifestaciones masivas en su contra, se benefició del estado de estupefacción de la sociedad israelí para lanzarse sin mayores protestas (y, en el caso, reprimidas rápidamente) en una guerra contra Gaza, provocando nuevas víctimas civiles inocentes.

No es la primera vez que el conflicto palestino-israelí alcanza niveles de incandescencia. Pero todo lo que en el curso de las décadas de este interminable conflicto ha ido pudriéndose en el internacionalismo sesgado de los anti-imperialistas nos llegó en pleno rostro a través de un diluvio de comunicados intolerables, en particular de una parte del sindicalismo estudiantil, que ha excusado e incluso glorificado la acción del Hamás (reconocido como dirección de la resistencia palestina), haciéndose eco de consignas de liberación de Palestina « desde el mar al río Jordán » sin precisar qué destino depararía en ese caso a los judíos y judías, manifestando sin separar filas con islamistas que no son y no serán nunca nuestros compañeros. Por supuesto las derivas opuestas son ciertas también, pero honestamente conciernen menos nuestro campo y, por tanto, nos preocupan menos con respecto a la organización de nuestras luchas. Pocos parecen preocuparse por el recrudecimiento del antisemitismo que ya se constata. Pocos de aquellos que, siendo su denuncia del terrorismo en el 2015 por lo menos floja, están dando un paso hacia la necesaria denuncia de los métodos de terrorismo contra civiles en tanto que fundamentalmente ajenos al movimiento obrero.

No pretendemos tener la solución para este conflicto. Sólo demandamos un poco de decencia, de respeto por los muertos, y denunciar los métodos terroristas, los crímenes de guerra y el derecho a no apoyar incondicionalmente a un campo, ambos siendo reaccionarios. No somos diplomáticos, somos militantes. Estando tanto la solución de dos Estados (capitalistas) como la de una Federación bi-nacional laica, ya hipotecadas, el statu quo es claramente imposible. Los grupos de ultraizquierda tienen ya lista su fórmula atemporal: derrotismo revolucionario. Pero en las guerras concretas, en Ucrania y en Palestina, en el estado actual de las fuerzas proletarias, las declaraciones de principios sobre un derrotismo revolucionario no sirven de gran cosa. Podemos buscar las fuerzas obreras más progresistas, como lo hicimos en el caso de la ocupación de Irak en el 2003, y ver qué podemos hacer para apoyarlas bajo esos infiernos. Esas fuerzas no son numerosas, pero las organizaciones que siguen el BDS excluyen sindicatos « mixtos » y asociaciones que promueven en Israel la igualdad de derechos, porque no adhieren al boycott o porque no se posicionan sobre el derecho al retorno de los refugiados de 1948. Evidentemente, la libertad de circulación y de instalación también quiere decir el retorno de las y los descendientes de refugiados palestinos de 1948, pero no exclusivamente. Es también la misma libertad para judías y judíos, que mayoritariamente nacieron en Israel, y aquella de los más viejos que son a menudo, ellos mismos, refugiados de los países árabes.

Esta guerra es horrible, y sus repercusiones sobre la cultura militante ahora mismo son preocupantes. El falso internacionalismo hemiplégico en las posturas anti-imperialistas, en la estela de las derechas extremas religiosas (Irán y Hamás) y de las falsas izquierdas (Venezuela) es una herencia descompuesta de la guerra fría que desvía de la solidaridad entre las luchas sociales.

Stéphane.J. , 19 octubre 2023

https://mapasyhuellas.wordpress.com [pdf]

[en français à https://npnf.eu/spip.php?article1084]

Une réflexion sur « Dos semanas de desolación »

  1. Bonjour’j’espère que tu vas bien. As-tu une version française de ton texte ? Je peux certes le traduire mais …. Je souhaiterais le mettre sur npnf.eu http://npnf.eu/ ainsi que des traductions qui seront postées aujourd’hui et demain. Un bon texte de Chatroussat dans Culture et révolution ce matin Amotiés Yves

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